Un mundo de tecnología en los audífonos

Retroauricular (BTE): Los audífonos BTE son los más comunes y se colocan detrás de la oreja. Tienen una carcasa que aloja los componentes auditivos, y un tubo acústico que dirige el sonido amplificado hacia un adaptador o molde personalizado en el canal auditivo. Son ideales para personas con pérdida auditiva moderada a severa, ya que tienen mayor capacidad de amplificación y son más grandes que otros tipos.

Con receptor en el canal (RIC): Este tipo de audífono tiene el receptor, o altavoz, ubicado dentro del canal auditivo y está conectado al dispositivo principal mediante un cable delgado. Los audífonos RIC son más pequeños y discretos que los BTE, pero aún así ofrecen un sonido claro y funciones avanzadas. Son perfectos para personas con pérdida auditiva leve a moderada y se destacan por su estilo moderno.

Intrauriculares (ITE): Los ITE son audífonos hechos a medida, diseñados para adaptarse a la parte exterior del oído. Son más grandes que otros audífonos hechos a medida, lo que les permite albergar controles manuales para volumen y otros ajustes. Son adecuados para personas con pérdidas auditivas que van de leves a severas, ofreciendo una buena calidad de sonido y comodidad.

Intracanal (ITC): También fabricados a medida, los audífonos ITC son más pequeños que los ITE y se colocan más profundamente en el canal auditivo. Solo una pequeña parte del audífono es visible en el oído externo. Son una excelente opción para personas con pérdida auditiva leve a moderada, y algunos modelos incluyen controles manuales de volumen y memoria.

Completamente en el canal (CIC): Estos audífonos se ajustan completamente dentro del canal auditivo, dejando solo una pequeña parte visible fuera del oído. Debido a su tamaño compacto, pueden resultar difíciles de manejar para algunas personas. Son ideales para quienes tienen pérdida auditiva leve a moderada y buscan un dispositivo discreto.

Invisible (IIC): Los audífonos IIC son los más pequeños y discretos, ubicándose en la segunda curva del canal auditivo, lo que los hace completamente invisibles cuando se usan. Se retiran fácilmente mediante un pequeño «mango» de plástico. Debido a su ubicación profunda, no son adecuados para todos, pero son ideales para personas con pérdida auditiva leve a moderada que buscan máxima discreción.